Recuerdos de infancia de Annamaria
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Mi mejor recuerdo es la primera vez
que vecí el mar. Yo nací en el posguerra y no tenebamos bastante dinero para
disputar unas vacationes. Pero mi madre, con su trabajo, consegui la
posibilidad de llevarme a Castiglioncello durante un día entero.
Yo que pensaba que el Arno era el mar, me sorprendì veendo toda esa agua y me gustó mucho. Desde ese momento yo tengo una totale adoración por el mar y devuelvo allí todas la vezes que puedo.
Yo teneba mucho miedo de los ratones y de la oscuridad completa. No conozco la razón del primero miedo. En el segundo caso, creo que tenìa mucho miedo de la oscuridad porque á siete años tuve una grave enfermidad á los ojos y risqué la perdida de la vision.
Me gustaban mucho los carruseles, sobre todo aquellos con los caballos. Me gustaban también los patines pero no los he nunca tenido porque mi madre decía que eran peligrosos. Y enfin me gustaba (y me gusta siempre) ir á comer la pizza.
Mi mejor amiga era una niña que se llamaba Luana y que teneba un año mas que yo. Luana era muy guapa, pelo rubio, ojos azules y teneba un caracter muy cariñoso. Jugabamos juntas todo el día con las muñecas y nos ponebamos como dos madres. Recuerdo que cuando nació su hermana nos quedamos todo el día á la ventana para esperar la cigueña!
Hoy ella es una artista y tiene muchas expositiones con sus cuadres. Desgraciadamente no vive más en Florencia y no tenemos muchas oportunidades para reunirse.
Este es mi cuento preferido:
“El raton de campo y el raton de ciudad”
Un raton de ciudad, veendo que su primo (el raton de campo) vivìa en grande indigencia, lo lleva con sigo á su palacio donde le ofrece la mejor comida. Pero miéntres que los dos comen, entran en el salon dos perros tremendos que ladran terriblemente y los dos primos tienen que escaparse rapidamente.
Entonces el raton de campo dice á su primo: “ Yo me voy á mi campo! Es mejor la vida tranquilla también si pobra!”
He contado esta fabula muchas veces á mis hijos cuando eran pequeños para que se adormecen, tan veces que alfin la he oblidado (una espece de rechazo!)
Yo que pensaba que el Arno era el mar, me sorprendì veendo toda esa agua y me gustó mucho. Desde ese momento yo tengo una totale adoración por el mar y devuelvo allí todas la vezes que puedo.
Yo teneba mucho miedo de los ratones y de la oscuridad completa. No conozco la razón del primero miedo. En el segundo caso, creo que tenìa mucho miedo de la oscuridad porque á siete años tuve una grave enfermidad á los ojos y risqué la perdida de la vision.
Me gustaban mucho los carruseles, sobre todo aquellos con los caballos. Me gustaban también los patines pero no los he nunca tenido porque mi madre decía que eran peligrosos. Y enfin me gustaba (y me gusta siempre) ir á comer la pizza.
Mi mejor amiga era una niña que se llamaba Luana y que teneba un año mas que yo. Luana era muy guapa, pelo rubio, ojos azules y teneba un caracter muy cariñoso. Jugabamos juntas todo el día con las muñecas y nos ponebamos como dos madres. Recuerdo que cuando nació su hermana nos quedamos todo el día á la ventana para esperar la cigueña!
Hoy ella es una artista y tiene muchas expositiones con sus cuadres. Desgraciadamente no vive más en Florencia y no tenemos muchas oportunidades para reunirse.
Este es mi cuento preferido:
“El raton de campo y el raton de ciudad”
Un raton de ciudad, veendo que su primo (el raton de campo) vivìa en grande indigencia, lo lleva con sigo á su palacio donde le ofrece la mejor comida. Pero miéntres que los dos comen, entran en el salon dos perros tremendos que ladran terriblemente y los dos primos tienen que escaparse rapidamente.
Entonces el raton de campo dice á su primo: “ Yo me voy á mi campo! Es mejor la vida tranquilla también si pobra!”
He contado esta fabula muchas veces á mis hijos cuando eran pequeños para que se adormecen, tan veces que alfin la he oblidado (una espece de rechazo!)